El
FC Barcelona dio un golpe de autoridad, de líder, en el
Ciutat de Valencia. Le endosó un contundente 5-0 al Levante
y eso que el partido no comenzó de la mejor manera, Valverde
tuvo que improvisar de inicio tras la lesión de Semedo y
quedarse sin lateral derecho. La solución menos mala fue poner línea
de tres con Piqué, Lenglet y Vermaelen, más dos carrileros largos
como Dembélé y Jordi Alba. Con este panorama el Barça no salía
bien desde atrás y los locales acometían la meta de Ter Stegen,
incluso Boateng estampó el balón en el larguero. Pero dos errores
en sendos pases les condenaron, el primero lo aprovechó Messi
para arrastrar a cuatro contrarios, dejar solo a Suárez y asistirle
para el primer gol. El segundo fallo lo cogió Busquets y largó una
pase a Messi que batió a Oier con la derecha. Era el 0-2 al filo del
descanso que ponía tierra de por medio para los catalanes.
Tras
la reanudación prosiguió el recital magistral de Leo Messi. En el
47 recibió un pase medido de Alba que convirtió en el tercero. El
rosarino no dio concesiones a un Levante que trataba de meterse en el
partido. Luego llegó un jugadón de Suárez que inició con un caño
al defensor y un centro preciso con el exterior para Arturo Vidal,
que este dejó en bandeja para que Messi culminase su hat-trick.
El
equipo granota perdió definitivamente los papeles. Cabaco cazó a
Dembélé y se fue merecidamente a la calle. Mientras Suárez fallaba
más de la cuenta, errando dos mano a mano con el portero. Quien no
lo hizo durante todo el partido fue Piqué, que estuvo en plan
mariscal los 90 minutos, inclusive se permitió el lujo de robar un
balón en su área y salir a la contra, en la medular se la cedió a
Messi, este se la devolvió para que Gerard redondease la manita. El
Barça se irá al parón navideño como líder gracias a la enésima
exhibición del mejor jugador de todos los tiempos.
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