Las 16:15 de la tarde, césped alto y
reseco, un rival incómodo, un estadio hostil, y un FC Barcelona un tanto displicente. Estaban reunidos todos los
ingredientes para una derrota azulgrana. Muy similar a otros duelos contra
equipos modestos que han acabado mal para la parroquia culé. Recordamos un
Valladolid-Barça con todos estos condicionantes que acabó 1-0, con Messi y Neymar inclusive. Aquí con el 1-0 del japonés Shibasaki en el minuto 39 se mascaba la tragedia en Getafe.
Para más inri el flamante fichaje de
este curso, Dembelé, caía lesionado
en los primeros compases del encuentro. Los getafenses le ponían más ganas al
envite, complicando en varias ocasiones a la zaga azulgrana. Mientras el
conjunto de Valverde hacía aguas en
la medular, perdiendo muchos balones y resultando inoperantes en ataque,
especialmente Luis Suárez que tuvo
una tarde aciaga. Con estas prerrogativas la ventaja por la mínima de los locales
al descanso era completamente justa.
En el segundo acto salieron Denis Suárez y Paulinho, ambos serían determinantes en la remontada visitante. El
primero controlaba un balón en el área pequeña y batía a Guaita de tiro
colocado a la escuadra, cuando el Barça ya se había hecho con las riendas y
buscaba con ahínco el gol. El reciente fichaje brasileño fue decisivo en el
triunfo entrando como un tren en área a lo Ronaldo Nazario y cruzando el
esférico lejos del alcance del portero. Así los culés conservaban el liderato y
el pleno de puntos, mostrando que está temporada hay algo más de fondo de
armario.
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