El FC Barcelona venció, sin pena ni gloria, por 1-0 en el José
Alvalade. Otro autogol de esos que parece que se quieren aliar con el equipo de
Valverde en la presente temporada. Y ya van cuatro entre Liga y Champions. Todos ellos están ayudando, y
mucho, a que el Barça lidere ambas competiciones y que lo haga con holgura en
sendos casos. En esta ocasión fue Coates el que ofreció su ayuda involuntaria
marcando en propia meta y dando con ese gol la victoria al equipo visitante.
El Barça, no nos engañemos, jugó un
pésimo partido ante el Sporting de
Lisboa y no mereció tanto premio. De hecho no es el primero malo que vemos
esta campaña. Salvando las distancias recuerda a la época del Tata Martino,
donde se empezaron ganando muchos encuentros al principio, con fútbol
irregular, y al final no se ganó ni un triste trofeo.
Tampoco ayuda la lesión de Dembélé, un
titular indiscutible -por precio y por clase- que el entrenador sustituye en
ocasiones por Deulofeu, otras por Vidal, otras por Denis, y contra los lusos
salió Sergi Roberto. Un poco incierto el panorama y muchas dudas que siembra
entre los mismos jugadores y sus compañeros en el once. El caso es que ante la
presión de locales el Barça se obnubiló y no ensanchó el campo.
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Solo Messi
trataba de buscar los espacios con sus pases medidos. Luis Suárez sigue estando
canalla en este arranque y no da pie con bola e hizo internacional a Mathieu,
que por momentos parecía el mejor de los 22, hasta podía con Leo. El mediocampo
lisboeta incomodaba a los catalanes, que no encontraban vías de escape. Pero la
suerte sonrío al Barça de nuevo, al gol de Coates se sumó la defensa a ultranza
del resultado y la segunda victoria en esta Champions.