Set al Celta con "showtime" incluido para la historia

El FC Barcelona se desquitó del 4-1 que le metió el Celta en Balaídos y le endosó una goleada escandalosa (6-1) a la par que mágica con la que la revancha quedó tomada. El partido quedará para la historia del fútbol, aparte de por los seis goles, del fútbol total y espectacular del Barça, por las últimas genialidades de Lionel Messi, que no solo se conformó con abrir el melón con un golazo de falta, ni con regatear con el árbitro en medio, ni con provocar un penalti tras un regate de fábula, sino que lo transformó al alimón con Luis Suárez, evocando el lanzamiento del mítico Cruyff.

Messi hizo lo que le quedaba para engrandecer su leyenda y superar a los otro cuatro grandes: ya metió el gol de Maradona, el tanto de Pelé saltando hasta el cielo, juega por todo el campo como Di Stefano y ha igualado el penalti de Cruyff. Todo esto por si quedaba alguna duda de si es el mejor de todos los tiempos.

El partido contra los de Berizzo mantuvo la incertidumbre durante la primera mitad en la que los visitantes equilibraron fuerzas a base de intensidad y presión, y por qué no decirlo fallos defensivos azulgranas (Alves, Mascherano y Jordi Alba estuvieron de traca). La igualdad la certificó Guidetti con un tanto de penalti que igualaba el de Messi de falta.

En la reanudación llegó el ciclón de fútbol y de juego coral de los catalanes, con un Neymar desatado, con un Luis Suárez demostrando que es el mejor "9" del momento, y, por supuesto, con un Messi en plan número 1 mundial, que fue el primero en desequilibrar el choque con una asistencia genial para Suárez, que no desaprovechó el uruguayo. Los de Vigo pudieron empatar pero Bravo estuvo inmenso. El tercer tanto culé llegó de un desborde de Neymar que la dejó en la línea de gol para que Suárez machacase.

La fiesta en el Estadi no paraba, Neymar hacía una lambretta, mientras Messi bailaba con sus pares, e Iniesta seguía dando un recital de conducción y de pases filtrados entre piernas celestes. En eso que Messi rompió a su defensor y provocó el penalti que elevaron a la categoría de legendario entre el rosarino y "el pistolero". El quinto lo puso Rakitic, tras asistencia elevada de Suárez, al que todavía le quedaba hacer un cambio de orientación magnífico para que Neymar lograse su premio en el 91.