El Barça cierra el ejercicio con una manita al Córdoba

El FC Barcelona despidió el año con un rotundo 5-0 ante un apocado Córdoba que se acomplejó un tanto en su regreso liguero al Camp Nou después de 42 años. Y eso que los locales no hicieron nada del otro mundo, pero 90 minutos en el Estadi son muy largos. El Barça fue un equipo demasiado plano, pero fue llevando el partido de menos a más.

Luis Enrique dejó de lado experimentos con gaseosa y sacó a su once titularísimo, salvo la baja de Alves cubierta por un cumplidor Montoya, pero tampoco convenció su fútbol. El trío de la medular más utilizado -Busquets, Rakitic e Iniesta- no carburó demasiado, cosa que tampoco sorprende, puesto que no lo han hecho con continuidad desde el inicio de la temporada. Las lesiones de Andrés, la intermitencia de Rakitic y un Busquets menor no le han imprimido un sello de garantía al nuevo Barça.

El 1-0 al minuto y medio del inicio, marcado por Pedro, hacia presagiar una apertura de la muralla cordobesa y una mayor tranquilidad al fútbol azulgrana, pero ni por esas. La espesura y la mediocridad se instaló a lo largo y ancho de la primera mitad. Más de uno, teniendo en cuenta el horario de sobremesa, se pegaría una cabezada en el sofá e incluso en la grada.

En la reanudación se vio a un Messi más enchufado desde el pitido del árbitro y a un Iniesta con mando en plaza. Esa hiperactividad y verticalidad de ambos se vio reflejada en un mayor acoso a la portería verdiblanca, lo que redundó en goleada. Luis Suárez aprovechaba una asistencia de Pedro para estrenarse como goleador en Liga, Piqué remataba de cabeza a las mallas una falta botada por Xavi, y Leo cerraba la cuenta con dos goles de sendos remates dentro del área. Una manita que cerraba el año y dejaba tibias sensaciones.