Monólogo culé sin pegada

El FC Barcelona venció al Real Valladolid por 2-1 en el Camp Nou. Los inoperantes pucelanos aguantaron dos chaparrones: el climatológico y el futbolístico. La falta de definición y contundencia por parte de los azulgranas evitó que los visitantes se llevasen una goleada, en lugar de una derrota por mínima.

Ninguno de los dos contendientes se jugaba nada en el envite, si acaso el Barça el llegar a la cifra récord de los 100 puntos. Y por ello dominó el encuentro de cabo a rabo, dejando solo la incertidumbre en los últimos compases, cuando los blanquivioletas acortaron distancias con el tanto de penalti de Víctor Pérez.

Antes Pedro, que falló más que una escopeta de feria, había inaugurado el marcador con un buen derechazo, tras asistencia de Xavi. Y Marc Valiente, en propia meta, había colocado el 2-0 antes del descanso. En la reanudación los fallos en la definición culé fueron la nota predominante, Villa, Cesc y Xavi marraron claras ocasiones.

La noche acabó con fiesta en el Estadi, se le hizo entrega al Barça del trofeo que lo acredita como campeón de Liga y hubo una pequeña celebración. La copa la recogió Puyol e inmediatamente se la cedió a Tito Vilanova y Abidal, para que ambos la levantasen.

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