El FC Barcelona se está acostumbrando
a los marcadores cortos, en especial al 0-1, pero sobre todo a ser solvente. En
el Estadio de La Cerámica volvió a dar muestras de esa fiabilidad y
repitió ese mencionado resultado, imponiéndose por 1-0 a un Villarreal, que
le disputó el esférico, pero que estuvo lejos de inquietar a los azulgranas. Xavi
salió con su once de gala, a excepción de los dos lesionados: Busquets y
Dembélé. El sustituto del capitán fue Kessié, y el marfileño se
marcó un buen partido, mostrando categoría y músculo en la medular.
La salida a Castellón se preveía
compleja y así fue. Los visitantes se
pudieron adelantar en el electrónico a los 3 minutos de juego, si a Lewandowski
no le hubiese dado por tirar al cuerpo de Reina. El delantero polaco no
está tan fino como en el primer tercio de la liga, y a veces se le ve fallón en
definición y en combinación. Dicen que todo se pega menos la hermosura, y claro
entrenar todos los días con Ferrán Torres y Raphinha es susceptible
de contagio. El 4-4-2 con presión alta le está funcionando al Barça y con este
sistema percutió al submarino amarillo, así en el 17 un robo de Koundé, aunado
a paredes eléctricas entre Raphinha, Pedri, Lewandowski, que se la devolvió
al canario, para que este la picase ante la salida de Reina. 1-0 y rigor
defensivo, de eso exhibió mucho el conjunto culé. Fue un escándalo lo de Koundé,
Christensen y Araujo en la zaga. Tremendo sobre todo el poderío
defensivo del uruguayo, volvió loco a Yeremi y le superó en todo y más.
Con esa mínima diferencia se llegó al
descanso. Tras la reanudación no hubo cambios en el decorado. Setién se devanaba
los sesos por meter más pólvora ofensiva, pero la baja de Gerard Moreno la
acusaron en demasía. Un Barcelona bien plantado buscó la sentencia con alguna
contra rápida, pero los fallos de los atacantes no encontraron el gol que diese
la tranquilidad. Tampoco dio opción alguna a la igualada. Sí, los típicos nervios
ulteriores cuando solo hay un gol de margen, pero Araujo proseguía dando un
recital en el corte y la anticipación y no permitió ninguna alegría a los
locales. El Barça saca ya 11 puntos al Madrid. Un margen no definitivo, pero sí
considerable.
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