El
FC Barcelona será el único representante de la liga española
en los cuartos de la Champions League. Tras las inesperadas eliminaciones del Madrid y del Atlético los de Valverde no dejaron
lugar a la sorpresa y endosaron un contundente 5-1 al Olympique de
Lyon en otra noche europea gloriosa en el Camp Nou.
Los
franceses saltaron al césped con una línea de cinco defensas
tratando de frenar las incorporaciones de Jordi Alba y
de Sergi Roberto, pero no les sirvió de mucho, el Barça
fue un vendaval desde el primer instante. El portero Lopes, que abandonaría el campo lesionado, tuvo que emplearse a fondo con los disparos de Messi y
Suárez. El uruguayo provocó un penalti dudoso que el rosarino
se encargó de transformarlo de forma magistral, a lo Panenka.
Luis, muy activo en la primera mitad, sirvió en bandeja el segundo a
Coutinho. Con este tanto se llegó con tranquilidad al
descanso.
Tras
el paso por vestuarios pudieron sentenciar los azulgranas. Messi tuvo
el tercero, pero su picadita se la sacaron en la línea de gol. Y el
que perdona, ya se sabe… los visitantes pusieron intriga en el
marcador con un tanto de Tousard a la hora de juego, con falta previa sobre Lenglet incluida. Aunque los de galos no inquietaron en
exceso la meta defendida por Ter Stegen si que hubo un cuarto
de hora de tensión en el ambiente. Hasta que el más grande de la
historia dijo aquí estoy yo. Leo Messi dejó sentados a dos defensas
y metió el tercero. Y no se detuvo ahí, puesto que dio las dos
asistencias a Piqué y
Dembélé para completar la manita, batir el récord del Bayern
en Champions con 30
partidos consecutivos sin perder en casa y pasar a cuartos de final
con una autoridad incontestable.
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