Sin
Messi, ausente por paternidad, sin Iniesta, lesionado, y sin demasiado esfuerzo venció el FC Barcelona en La Rosaleda por 2-0. Los
datos no mienten en este caso y los casi 60 puntos de diferencia
entre el líder y el colista Málaga se hicieron patentes
sobre el césped andaluz. La poca calidad de los futbolistas locales
y la excelsa de los jugadores azulgranas devengaron dos goles en la
primera media hora que finiquitaron el partido. El Barça no quiso,
por su inminente compromiso ante el Chelsea, y el Málaga no pudo,
mucho menos cuando se quedó con uno menos por una brutal entrada de
Samu García sobre Jordi Alba que le costó la roja directísima. Los
boquerones ya perdían 2-0 cuando se quedaron en inferioridad y
tampoco se puede decir que lo hiciesen peor con diez.
Mientras
un Barça conservador se limitó a tocar con ganas de que Munuera
pitase el final y soñando con llegar al aeropuerto lo antes posible.
Sorprendió que Valverde no diese descanso a algún jugador cuando ya
estaba todo solventado, tardó en hacer los cambios, algo muy
indicativo de la poca fe que tiene en su banquillo.
Los
goles de Luis Suárez y de Coutinho sirvieron para confirmar la buena
racha del primero y para dar confianza al segundo. La misma con la
que se rearmó Dembelé que cuajó su mejor encuentro desde que está
en la Ciudad Condal, regateando, yéndose en velocidad, poniendo
centros medidos y asistiendo a Couthinho en el segundo tanto. Lo
cierto es que el duelo se fue diluyendo sin demasiada trascendencia,
el Barça no tuvo rival y ni se acordó de Messi.
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