Un flojo FC Barcelona volvió a vencer en partido liguero (0-3). Fue en
Butarque, en un campo difícil donde el Leganés
lo suele poner difícil, por su tenacidad, organización y en este caso ante el
líder por un pésimo estado del césped, más propio de Tercera que de la Liga
Santander. Los de Valverde no
enamoran con su fútbol, pero siguen siendo eficaces en la resolución de los
encuentros. Contra el "Lega" se vivió un nuevo episodio de apagón
azulgrana. La medular estuvo demasiado endeble y poco creativa, ni Iniesta ni Rakitic, ni tan siquiera Messi
brillaron.
Esa fue quizá la característica
diferenciadora de este duelo, que el mejor jugador del mundo tuvo un día
aciago, no es que no le saliese nada, es que casi ni lo intentó. Una
displicencia que contrastaba con el coraje de los locales, que oponían
resistencia y además inquietaban la meta de Ter Stegen. El guardameta germano dio un recital bajo los palos y
desbarató las numerosas ocasiones de los madrileños.
Pero esta vez Luis Suárez despertó de su letargo goleador y con un doblete
sentenció el duelo. Le ayudó Alcácer
que, a la espera de Dembelé, sigue
siendo la mejor opción en la delantera, por delante de Deulofeu, Denis, Vidal, o el que sea que quiera ubicar Valverde. El
uruguayo aprovechó dos disparos del ex valencianista para remachar a gol el 0-1
y el 0-2. Los de Garitano no se
rindieron y a punto estuvieron de acortar distancias, pero se toparon siempre
con Ter Stegen. La suerte estaba del lado culé, que incluso supieron aprovechar
una asistencia de Messi desde el suelo para anotar el tercero y definitivo obra
de Paulinho que enchufa todo lo que
toca.
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