Sufrió el FC Barcelona en La Catedral
más de lo que indica el marcador (0-2), de hecho tuvo en su guardameta, Ter Stegen al mejor jugador del
encuentro. El alemán ha hecho olvidar a Bravo, y con un juego de pies envidiable
y unas paradas plenas de reflejos está haciendo sumar puntos al conjunto
azulgrana. Contra el Athletic Club
repitió lo que ya hiciera contra Alavés y Atlético.
Volvía Ernesto Valverde a la que fue su casa durante las últimas
temporadas y la dinámica no se torció, el Barça siguió ganando en Bilbao,
manteniendo así las distancias con sus perseguidores y conservando ese liderato
que ostenta desde el principio del campeonato.
Los visitantes desplegaron buen fútbol
durante los primeros 45 minutos, a pesar de la disposición de cuatro
mediocampistas no del todo jugones -Busquets, André Gomes, Rakitic y Paulinho. Este
último la estrelló contra el larguero y Messi
hizo lo propio contra el poste cuando ya había desequilibrado al portero
rojiblanco. Eso sí el megacrack argentino perdona una, pero no más. A la
siguiente aprovechó el centro medido de Jordi
Alba para inaugurar el electrónico en el 37.
Tras la reanudación el decorado cambio
por completo. Messi se llevaba la mano a la parte trasera del muslo y se
dosificó todo el segundo tiempo, lo cual devengó en apatía general blaugrana y
dominio del Athletic Club. Los leones tuvieron varias ocasiones para empatar,
dos claras de Aduriz que se topó con
Ter Stegen y otro lanzamiento al travesaño de Raúl García. Perdonaron y el
Barça no lo hizo. En el 90 Messi condujo el esférico, asistió a Luis Suárez,
despejó Kepa y Paulinho hacía el
definitivo 0-2. Los vascos se rindieron y el Barça es más líder.