El FC Barcelona sudó lo suyo para seguir en la pelea por la liga, para
ello tuvo que endosar un 4-2 a un Valencia
CF, que ni con uno menos toda la segunda parte se rindió, y además
evidenció las lagunas defensivas del nuevo sistema 3-4-3 de Luis Enrique. Un sistema más ofensivo, en el que Neymar brilla más, pero en el que la
zaga sufre lo indecible. El conjunto ché
se adelantó en el marcador, y lo igualó con uno menos, pruebas fehacientes de
que el esquema de juego no es del todo perfecto. Es más la Juventus se debe
frotar las manos si el Barça sigue en esta línea de encajar.
Los azulgranas salieron con cierto
empuje y dominaron el esférico y la situación, embotellando a los visitantes en
su campo. Pero eran los de Voro los
que salían como flechas en dirección a Ter
Stegen, aprovechando las contras. Sin embargo el gol llegó en un corner mal
defendido por los catalanes, que aprovechó Mangala
para inaugurar el electrónico, de certero cabezazo. Los listos de la clase,
Neymar y Suárez, igualaron la
contienda, el brasileño sacó rápido de banda y el uruguayo se quedó solo y
batió a Alves. Al filo del descanso un penalti, con expulsión de Mangala
incluida, lo transformó por Messi para
adelantar los culés. Y un minuto más tarde
Munir empataba, mientras pedía perdón al Camp Nou.
Tras la reanudación el Barça empujó
más. Lógico, tenía uno más, y el Valencia lo acusaba. Messi marcó en el 53, de
recorte y derechazo dentro del área. Su doblete número 100, ¡qué bárbaro! Pero
el gol de la tranquilidad no llegaba y el Estadi
no lo vería claro, a pesar de que los suyos arrollaban, querían la sentencia,
que no llegó hasta el último minuto, cuando André Gomes, pitado al salir, metía el cuarto y finiquitaba el
duelo. Dando la estocada a sus ex compañeros y comenzando a ganarse el respeto
de la afición.