El FC Barcelona volvió a caer en el campo del Celta (4-3), un estadio maldito para los culés desde que "Lucho"
llegó al banquillo, allí se ha perdido siempre. Y no aprendemos. Ni tan
siquiera el entrenador, que tiró de rotaciones cuando no hacía falta, puesto que
ahora llega un parón por las selecciones nacionales, y además el Barça se podía
poner líder en solitario. Daba pena ver a Mascherano sentado en el banquillo
contemplando todos los errores de Mathieu, eso sí, el argentino podrá ir bien
descansado con la albiceleste. Y luego dejar sentados a Iniesta y Rakitic clama
al cielo cuando eres conocedor de la dificultad del envite.
Cuando el Barça se quiso dar cuenta ya
iba palmando 3-0. Las pérdidas individuales de balón, los despistes colectivos,
las flojas actuación de André Gomes y Rafinha, y la horrenda de Mathieu,
propiciaron los goles celestes en cascada: Sisto, Aspas y el propio paquete
francés en su portería. Esto en la primera media hora, y con el equipo local
crecido. Los azulgranas no daban señales de reacción.
Tras el descanso saltó Iniesta al
césped. El manchego dio un recital y, junto con Piqué, tiró del carro hasta el
final. Solo una cantada monumental de Ter Stegen impidió la remontada. Piqué de
cabeza y Neymar de penalti ponían el 3-2 con media hora por jugar y un Barça
jugando a toque de rebato. Ya un penalti por agarrón a "Ney" pudo
significar la igualada, pero Vicandi Garrido se inhibió, como ya había hecho en
el primero, pero su asistente le echó un cable. Acto seguido llegó la gran
cagada de Ter Stegen que quiso hacer un sombrero a Hernández y le pegó en la
cabeza, acabando en gol de rebote. El 4-2 echaba por tierra el esfuerzo de los culés, pero un centro de
Dennis Suárez lo volvió a mandar a la red Piqué. La fe del central fue tanta
que también tuvo un tercer cabezazo en el descuento, pero ese se fue fuera. Ya
era mucho para él solo el haber arreglado el desaguisado de Luis Enrique y el
de Ter Stegen.
Fatal Luis Enrique, era el momento de dar un golpe de autoridad, de ponerse líderes antes del parón de selecciones. Se habría creado mucho runrún por Madrid tras su empate ante el Eibar. Pero don Luis quiso hacer experimentos con gaseosa en un campo que se le da fatal y así le fue.
ResponderEliminarNOS VAMOS A ACORDAR DE BRAVO, ME DA EN LA NARIZ...
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