Mucho se ha criticado al FC Barcelona por la decisión de
traspasar a Claudio Bravo al City de Guardiola. Desde esta bitácora también. Ni nos parecía correcto entonces,
ni ahora, que se cambiase una situación favorable para el conjunto de Luis Enrique. Junto con Ter Stegen formaba una pareja de porteros que había devengado un triplete y un doblete
en dos temporadas, no siendo susceptible de ser tocada. El Barça no tenía
ninguna presión para vender a ninguno de los dos. El que viniese, City o Balompédica Linense, que pagase la cláusula. Y punto.
Esta jornada pasada ambos guardametas
han sido vapuleados por la prensa y sus respectivas aficiones por sus
desafortunadas actuaciones. Al portero culé por querer elevar el esférico por
encima de un delantero del Celta,
provocando la derrota, a la postre, de su equipo. Mientras que el cancerbero
chileno también ha recibido lo suyo por su inseguridad con las manos, y sobre
todo con los pies, que es por lo que fichó por los "citizens".
Pidiendo los fans hasta el retorno de Joe
Hart, tras esta primera derrota ante el Tottenham.
Volviendo con lo nuestro, -lo de Bravo
ya no tiene arreglo-, mal estuvo traspasarlo cuando Ter Stegen presionó en las
oficinas azulgranas con que quería jugar todo o marcharse, pero peor aún no
firmar una ampliación de contrato con el alemán mientras Bravo era todavía
culé. Ahora que se habla de renovarle hasta 2021, el rubio teutón está con la
sartén por el mango, puede pedir cobrar a la altura de Iniesta o Piqué, ya
puestos, o ¿qué?¿le van a parar los pies con la presión que le pueda meter
Cillessen?. ¡Ni de broma! Demasiada chapuza en la portería esta temporada, a
ver si, al menos, todo acaba bien...
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