domingo, 15 de marzo de 2020

Un ficticio Mallorca-Barça en Son Moix


La suspensión de LaLiga, al igual que otras competiciones deportivas, debido al coronavirus, que mantiene en estado de confinamiento a la mayor parte de la población, ha propiciado numerosas situaciones de ingenio por parte de aficionados y entidades. Al igual que ya jugó su partido ficticio el Leganés contra el Pucela, también desde Mallorca se intentó hacer algo innovador dada el carácter extraordinario de lo que estamos viviendo en los últimos días. De esta manera y con el hashtag #MallorcaBarçaDesdeCasa se incitó a los socios y seguidores del conjunto bermellón a comentar en Twitter las incidencias del duelo que se debería haber jugado en la isla entre el RCD Mallorca y el FC Barcelona.


Fue otra manera de darle un giro, con sentido del humor, para tratar de sobrellevar un contexto social que nunca se había vivido en democracia. El devenir del partido y el resultado final del mismo fue lo de menos. Lo susceptible de resaltar fue que un día sin fútbol, sin opio del pueblo, fue más tolerable para los seguidores del club balear.
El encuentro debía de comenzar a las 18:30 y sobre esa hora el community manager mallorquín lanzaba la primera andanada: ¡El balón rueda en Son Moix con una salida intensa de los bermellones!”. A raíz de eso llegó la ronda de los aficionados, que empezaron con alineaciones, minuto y resultado, faltas, tarjetas, VAR, y por supuesto… goles. Muchos goles. Con tanto fervor los hinchas ya situaban marcadores de 10-11 al descanso. Y es que el líder no está defendiendo con intensidad esta temporada. Aunque nada le habría puesto más morbo a los culés que ganar por 0-1 con gol en el 90 de Take Kubo en propia meta. Bromas aparte, resaltar que lo más importante era lo distendido de la idea y que calara el mensaje #Yomequedoencasa.

sábado, 7 de marzo de 2020

La Real lo pone difícil en el Camp Nou


Venció, pero no convenció, el FC Barcelona a la Real Sociedad (1-0). Gracias a un penalti señalado por el VAR en los últimos minutos. Fue una mano en el área visitante que no vio Munuera Montero y que sirve a los azulgranas para retomar el liderato de LaLiga que se dejaron hace una semana en el Bernabéu. Fue otro encuentro gris de los culés. Cuando en muchos partidos que disputa el Barça la primera palabra que se te viene a la mente es “gris” eso implica una mala, pero que muy mala señal.


Gris, penoso, deplorable, tristón,… y así podríamos seguir hasta el final del artículo, con palabras desesperantes, como el juego del Barcelona de Setién. El pseudojuego, mejor dicho. Un fútbol que aburre a la ovejas y que no da más de sí. Un cúmulo de despropósitos del que no se salvan más que Messi y Piqué, una vez más. A veces también Ter Stegen, pero es que contra el equipo txuri-urdin no tuvo que intervenir, prácticamente. Este Barça, que pierde identidad cada encuentro que disputa, ya no impresiona al rival, es frágil y maleable. Es líder en el campeonato doméstico y probablemente estará en los cuartos de final de la Champions, pero con esta paupérrima imagen y ese juego deslavazado apunta a no ganar nada.
Los donostiarras sin hacer nada fuera de lo normal merecieron más en el Estadi. Los culés con Braithwaite de inicio no carburaban, el danés solo ponía ganas, Griezmann, ni eso. Messi estaba muy solo y De Jong sigue fuera de sitio. Casi nadie se ofrece y pocos buscan los espacios, ni Rakitic es Rakitic. El tanto de penalti de Messi en el minuto 80 fue un alivio momentáneo, pero todo un Barça no puede vivir de eso. Es insostenible. Como lo fue el jugar los diez últimos minutos con los dos laterales izquierdos por la misma banda, en un ejercicio defensivo pocas veces visto en el Camp Nou.

lunes, 2 de marzo de 2020

El Barça pierde el liderato en el Bernabéu


Mal partido del FC Barcelona en el feudo del Madrid, cayó por 2-0 y lo peor no fue eso, sino una imagen paupérrima de fútbol, de intensidad y de pundonor. Los de Zidane no lo hicieron mucho mejor, pero sí le pusieron entrega en la última media hora de clásico, lo que les valió para sumar un triunfo importantísimo que les coloca líderes de LaLiga, arrebatando ese primer puesto a su eterno rival. Sirvieron un gol de rebote de Vinicius y un churro de Mariano en el tiempo añadido.



La primera parte fue para los azulgranas, que merecieron adelantarse en el marcador, pero la insolvencia de Griezmann y el partido gris de Messi lo impidieron. Eso y tres ocasiones claras que desperdiciaron sin rubor. También Courtois estuvo acertado en sus intervenciones. Fue un Madrid insulso y apocado, renqueante tras varios tropiezos consecutivos en Liga y Champions, pero los de Setién no supieron aprovecharlo y lo dejaron vivo para el segundo acto.
El Barça entró dormido tras la reanudación, con un juego ramplón y tocando al tran-tran. Fue una rosca perfecta de Isco desde la frontal que llevaba veneno lo que despertó a los locales, Ter Stegen se empleó a fondo, salvando, de forma escandalosa, un lanzamiento que se colaba por la escuadra. A partir de ese tiro, al cuarto de hora, los merengues se vinieron arriba, fueron superiores al rival y se encontraron con el gol tras el habitual mal tiro de Vinicius pero que está vez desvió Piqué, sin querer, pero despistando a su propio portero. El Barça ya no reaccionó, pareció noqueado, y lo estuvo absolutamente cuando Mariano cayéndose la pegó de mala manera para sentenciar el duelo.
El Barcelona de la última media hora pareció un juguete roto, sin alma. Tenía la posibilidad de dejar a su rival a cinco puntos y se fue de La Castellana un punto abajo y con el average perdido. De poder sentenciar el campeonato a tener que pelearlo de nuevo.

martes, 25 de febrero de 2020

El Barça sale vivo de San Paolo


Empató el FC Barcelona en su visita al estadio donde Maradona obtuvo sus mayores éxitos deportivos a nivel de clubes. Se estrenaba ahí, precisamente, el que le disputa el trono como mejor futbolista de la historia, Lionel Messi. O le disputaba. Fue un duelo anodino, en el que los culés aburrieron a las ovejas, con un futbol plano, y se distanciaron años-luz de lo que parecía un prometedor arranque de la era Setién. Tampoco la propuesta del técnico cántabro fue demasiado halagüeña, se le caía a uno el alma a los pies al ver a Arturo Vidal en la demarcación de extremo derecho. Lo escribo y no aún no lo creo, un tronco chileno en ataque estático ante una zaga de seis italianos en línea. Daba grima ver ese dibujo táctico en una era presuntamente cruyffista.


De Jong y Rakitic no encontraban los espacios y si a todo esto le sumamos la poca movilidad de Griezmann se hace uno a la idea de que el Barça no disparó a puerta en la primera mitad. Para colmo el siempre disperso Junior Firpo cedía un balón a Zielinski para que este habilitase a Mertens en la frontal, la puso magníficamente el belga en la escuadra de Ter Stegen, que solo pudo hacer la estatua. Así, con ventaja mínima para el Nápoles, se llegó al descanso. Fue un mal menor para los azulgranas, dada la empanada que habían demostrado sobre el césped.

Tras la reanudación el Barça mejora. Era tarea sencilla porque hacerlo peor era casi imposible. Arthur le dio algo de movilidad a la medular culé, tras entrar por Rakitic. También Busquets se entonó y le filtró un gran pase a Semedo, que la puso en bandeja para Griezmann, que no tuvo más remedio que marcar solo ante el portero. Otro fallo de esos y habría significado su crucifixión. En el tramo final del duelo parece que hubo un pacto de no agresión, se sucedieron pocas cosas destacables. La expulsión de Vidal, que por suerte no jugará la vuelta, y la entrada estéril de Ansu Fati en el 87 ¿para qué? o ¿para qué tan tarde? Para colmo se lesionó Piqué en los minutos postreros y ya quedó claro que lo mejor era el resultado.

sábado, 22 de febrero de 2020

El Barça destroza al Eibar con un Messi estelar


Cuatro golazos marcó el mejor futbolista de la historia. Cuatro goles como cuatro soles endosó Don Lionel Messi al Eibar, una de sus víctimas favoritas. Culminando así la manita que el FC Barcelona le plantó al equipo armero (5-0). La goleada vino precedida de una pitada notoria al presidente catalán por el tema de las redes sociales, acompañada de gritos “Bartomeu dimisión”.



En lo meramente deportivo el encuentro fue un paseo triunfal para los locales, que a base de goles fueron acallando los gritos del Camp Nou, que incomodaban a presidente y jugadores. Tomó la iniciativa el equipo de Mendílibar con un par de acercamientos a la portería rival, en uno de ellos tuvo que emplearse a fondo Ter Stegen y en el otro marcó Sergi Enrich, pero en claro fuera de juego.

Hasta ahí les dejó Messi que se emocionasen, el rosarino comenzó su show personal con una actuación de all star, un póquer al alcance solo de los elegidos. El que inauguró el electrónico fue de esos que hacen levantar a todo buen aficionado de su asiento. Regate con caño incluido en la frontal y golazo con zurda. Corría el minuto 14, y antes del descanso el pibe dejó el duelo visto para sentencia con otros dos tantos marca de la casa, en el 37 y en el 40. Este último en principio se lo dejó a Griezmann en bandeja, pero este se durmió y el balón le llegó a Leo, tras rechace, y él no se durmió en los laureles como el atolondrado francés.

Tras la reanudación el conjunto de Setién salió más contemplativo, quizás con la mente en Nápoles. Los visitantes se aproximaron más de la cuenta a la portería azulgrana. Pero les faltaba puntería y clase. Así que tuvieron que ser Messi y Arthur los que remachasen el 5-0 desde el área pequeña. Ambos tantos estuvieron precedidos de acciones del debutante Braithwaite, que dejó buen sabor de boca a la parroquia culé. Aunque mejor lo dejó el partidazo de Messi, su actuación para enmarcar y el liderato de LaLiga, con dos puntos de ventaja sobre el Madrid.