Cuatro
golazos marcó el mejor futbolista de la historia. Cuatro goles como cuatro
soles endosó Don Lionel Messi al Eibar, una de sus víctimas
favoritas. Culminando así la manita que el FC Barcelona le plantó al equipo
armero (5-0). La goleada vino precedida de una pitada notoria al presidente
catalán por el tema de las redes sociales, acompañada de gritos “Bartomeu
dimisión”.
En
lo meramente deportivo el encuentro fue un paseo triunfal para los locales, que
a base de goles fueron acallando los gritos del Camp Nou, que
incomodaban a presidente y jugadores. Tomó la iniciativa el equipo de Mendílibar
con un par de acercamientos a la portería rival, en uno de ellos tuvo que emplearse
a fondo Ter Stegen y en el otro marcó Sergi Enrich, pero en claro fuera
de juego.
Hasta
ahí les dejó Messi que se emocionasen, el rosarino comenzó su show
personal con una actuación de all star, un póquer al alcance solo de los
elegidos. El que inauguró el electrónico fue de esos que hacen levantar a todo
buen aficionado de su asiento. Regate con caño incluido en la frontal y golazo
con zurda. Corría el minuto 14, y antes del descanso el pibe dejó el duelo
visto para sentencia con otros dos tantos marca de la casa, en el 37 y en el
40. Este último en principio se lo dejó a Griezmann en bandeja, pero este
se durmió y el balón le llegó a Leo, tras rechace, y él no se durmió en los
laureles como el atolondrado francés.
Tras
la reanudación el conjunto de Setién salió más contemplativo, quizás con
la mente en Nápoles. Los visitantes se aproximaron más de la cuenta a la
portería azulgrana. Pero les faltaba puntería y clase. Así que tuvieron que ser
Messi y Arthur los que remachasen el 5-0 desde el área pequeña. Ambos
tantos estuvieron precedidos de acciones del debutante Braithwaite, que
dejó buen sabor de boca a la parroquia culé. Aunque mejor lo dejó el partidazo
de Messi, su actuación para enmarcar y el liderato de LaLiga, con dos
puntos de ventaja sobre el Madrid.
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