Cerró
la Liga el FC Barcelona con una victoria en el Sánchez Pizjuán (1-2)
ante un Sevilla que ha tenido un curso horrendo. Era el partido que cerraba
esta temporada 2023-24 y el que servía de despedida de Xavi como
entrenador azulgrana, después de una tumultuosa relación de amor-odio, que ha
culminado con el egarense engrosando la lista del INEM. Fue un encuentro con el
ambiente enrarecido, no debe ser fácil entrenar y dirigir un partido cuando estás
despedido, debe ser un mal trago. Xavi mantuvo la compostura. También Quique
Sánchez Flores se despedía de Nervión, y los hinchas sevillistas mostraron
su desagrado con la actual directiva, vistiendo camisetas negras y abucheando
al palco.
En
lo meramente deportivo el Barcelona salió con su once de gala, con la excepción
de Araujo, que sigue con molestias en la rodilla. Quizás podría haber entrado Raphinha
en el extremo, pero a quién quitas: a Pedri, que está cogiendo un nivel
notable, o a Fermín, que se está saliendo. Los visitantes trataron de marcar
el ritmo, y controlar el tempo del partido, pero como no estaba el horno para
bollos, tampoco brillaron en exceso. Tampoco lo hizo Cancelo, que viene mostrando
multitud de deficiencias en la parcela defensiva, que han penalizado mucho al
Barça en el tramo final de campaña. Aún con todo, el portugués asistió al
cuarto de hora a Lewandowski, para que el polaco inaugurase el marcador,
de remate acrobático a lo Cruyff. A la media hora empató En-Nesyri,
penalizando a un desastroso Koundé, que naufragó en su vuelta a Sevilla.
Con las tablas en el marcador se llegó al descanso, y eso que Pedri, lanzó un
zurdazo que se topó con el larguero y Cancelo hizo lo propio, pero al poste. Nada
menos que 23 veces ha tirado el Barcelona a los palos esta temporada. El que
más, pero eso no da puntos.
Tras
la reanudación el Barça buscó el segundo, sin mucho tesón, pero con Fermín en
estado de gracia. El canterano, puso el broche final a su brillante temporada
de debut, con un disparo seco al primer palo que sorprendió a Nyland. Ya
prometía mucho Fermín cuando en pretemporada le marcó un golazo al Madrid, pero
se ha reafirmado con creces. Huele a jugador de selección para la Eurocopa de
este verano. El muchacho no contento con su fabuloso fin de campaña tuvo
también el gesto de la noche, y nada más anotar el segundo fue a abrazarse con Xavi.
Gran detalle para quién te ha dado la oportunidad de jugar en el mejor equipo
de la historia. Y el duelo no dio para más, victoria intrascendente del Barça, en
el último partido de una liga que con 85 puntos solo dio para el subcampeonato,
y que otro gallo habría cantado si el Madrid no hubiese hurtado los tres puntos
al Almería en el Bernabéu, y al propio Barça cuando no le permitieron
ganar en el feudo madridista, con un gol no-fanstasma de Lamine Yamal.