El FC Barcelona ganó con autoridad al
Sporting de Lisboa (2-0) en el último partido de la fase de grupos de la
Champions disputado en el Camp Nou. No se jugaban nada los azulgranas, clasificados para octavos como
primeros de grupo, y Valverde dispuso un once con varias ausencias, unas
obligadas y otras, como la de Messi, por dar descanso a los jugadores con más
minutos en las piernas.
Los lusos contaban con remotas
opciones de avanzar a la siguiente ronda pero ni por esas dieron batalla a los
locales. El Barça dominaba la posesión y el encuentro, a pesar de jugar con
solo tres titulares: Piqué, Rakitic y Luis Suárez, y disponía de las mejores
ocasiones para inaugurar el marcador, pero este no se movería en toda la
primera parte. Fue en la reanudación cuando Paco Alcácer se estrenaba como
goleador en esta competición y marcaba el tanto de la tranquilidad. Fue en una
jugada residual, inesperada, a la salida de un córner Alcácer remataba de
cabeza un centro que ningún defensa portugués fue a buscar.
Rakitic hizo de Busquets en la
medular, y a pesar de que robó muchos balones no todos los sacó con criterio.
Los visitantes recuperaron bastantes pelotas pero no supieron qué hacer con
ellas, les faltó mucha, pero que mucha verticalidad. El choque se volvió
insulso por momentos, hasta que a falta de media hora saltó al césped el mejor
jugador de la historia, Leo Messi, y la cosa se animó.
También entró Busquets en posición de
central, así que la circulación de balón no mejoró, siguió dominada por el
Barça como era previsible. Los de Jorge Jesús pudieron igualar la contienda,
pero Bas Dost delante de Cillesen la estrelló contra el portero. El que no
falló fue Mathieu que empujó al fondo de las mallas un pase de la muerte de Denis,
dejando el resultado final y a sus ex invictos en esta liguilla.
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