Aspirina contra la imprecisión

El FC Barcelona fue dominado en el campo del Bayer Leverkusen, logrando empatar (1-1) con la misma suerte que tuvo el Valencia frente a los culés hace cuatro días. El equipo de la aspirina se jugaba el pase a octavos de la Champions League y salió a por todas aprovechando el Baby Barça que dispuso Luis Enrique sobre el césped del Bay Arena.

Un Barça plagado de suplentes se convirtió en el más impreciso de la última década, ni los más viejos del lugar recuerdan a los catalanes perder el esférico con tanta facilidad, ni dos pases seguidos eran capaces de dar. El medio del campo formado por Samper, Kaptoum y Rakitic casi no la olió. Y eso que el croata dio una lección de pundonor y sostuvo al equipo durante los 90 minutos, algo que también hizo Ter Stegen, que se convirtió en el mejor del encuentro con sus meritorias intervenciones.

Solo estaban Alba, Rakitic y Messi de los titularísimos, pero claro ya solo el número uno del mundo te puede resolver él solo un partido, aunque sea uno complicado como este, y aún teniendo como aliados a los inoperantes Munir y Sandro. Así lo hizo, aprovechó un pase entre líneas de Rakitic para regatear al portero e inaugurar el marcador. El pobre Leno tiene pesadillas con el rosarino, le ha batido hasta siete veces en tres encuentros. No tardó ni tres minutos en igualar el Bayer, Chicharito aprovechaba las indecisiones de los centrales (un flojo Bartra y un discreto Vermaelen) para marcar. Así se llegó al descanso.

En la reanudación acoso y derribo de los alemanes, que presionaron con intensidad y robaron con facilidad, propiciando muchas ocasiones para ganar el duelo, pero ahí estaba su compatriota Ter Stegen para dejarles sin victoria y sin Champions. El Barça ya era primero de grupo, no se jugaba nada y aún así mantuvo el tipo.