domingo, 14 de febrero de 2021

El Alavés no fue rival para el Barça y se llevó una manita

 

El FC Barcelona fue muy superior al Deportivo Alavés en todos los aspectos del juego y le endosó una goleada contundente (5-1). Los azulgranas cubrieron el trámite ante uno de los equipos más flojos de LaLiga y lograron una victoria que da confianza para el duelo contra el PSG en Champions. Media hora tardaron los locales en inaugurar el electrónico del Camp Nou, fue Trincao, en uno de sus mejores partidos con el Barça, el que con un duro disparo batió al portero entre las piernas. Messi dejó el triunfo bien encaminado al filo del descanso con un zurdazo seco que tocó la madera y entró para dejar el 2-0.




Tras el paso por vestuarios Abelardo movió ficha e introdujo cambios. El canterano Ilaix le dio vidilla al encuentro cuando falló en un pase y esto lo aprovechó Rioja para acortar distancias. Tocaba volver de París y centrarse en “el glorioso”, pues el supuesto partido trampa parecía serlo. El Barcelona podía marcar en cualquier momento, pero los disparos de Messi y Griezmann no encontraron la tercera diana. Sí lo hizo de nuevo Trincao, que recogió un rechace a tiro de Messi para materializar su doblete particular. En el minuto siguiente el rosarino volvió a la carga con otro zapatazo descomunal, que no pudo atajar Pacheco. Y ya en el 80 Junior Firpo redondeaba el luminoso con el quinto, tras asistencia de Griezmann.

Con esta victoria sobresaliente los de Koeman se mantienen segundos en la tabla clasificatoria y suman ya 46 puntos. Se centrará ahora en el partido de Champions contra el PSG a ver qué les depara en esta anómala temporada en la que después de muchas intermitencias parece que se ha encontrado una senda de regularidad. A buen seguro tocará cerrar espacios y mantener contundencia en la zaga, punto débil de los azulgranas ante unos parisinos que cuentan con mucha velocidad en la delantera.

jueves, 11 de febrero de 2021

Varapalo copero al Barça en el Pizjuán

 

El Sevilla CF mostró la cruda realidad al FC Barcelona, infringiéndole una dura derrota en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. El 2-0 con el que concluyó el duelo deja a los de Koeman con un pie y medio fuera de la final, no solo por la adversidad del resultado, si no también por la seriedad y entidad del conjunto andaluz. Dos graves fallos de Umtiti condenaron a un Barça más flojo de lo habitual a remar contracorriente en la vuelta, que será dentro de tres semanas en el Camp Nou. Queda claro que el central francés no es el mismo que antes de sus lesiones de rodilla, ya nadie recuerda a aquel jabato que comparábamos con Puyol, pero también hay un entrenador que toma la decisión de ponerlo. Puede que si lo sacas contra el Elche esté para dar minutos notables, pero contra un rival nivel Champions como el Sevilla, las carencias no se disimulan tan fácilmente.




El Barça estuvo a un nivel inferior al de partidos anteriores, es un equipo cansado de tanto encuentro entre semana, con exceso de prórrogas acumuladas y lastrado por las lesiones -la línea de atrás con Umtiti, Mingueza y Junior Firpo en el lateral derecho asustaban a cualquier culé que se precie. Por contra el Sevilla, que no ha perdido todavía en 2021, fue un conjunto sólido, bien posicionado, con un portero que le paró todo a Messi, que supo aprovecharse de las bajas en la zaga catalana para conseguir un resultado magnífico para un partido de ida. Lo del Barcelona también tiene miga, tanto nadar para morir en la orilla. La remontada ante el Granada recordó al 6-1 contra el PSG, que supo a gloria, pero aquel viento a favor se tiró por la borda en la siguiente ronda. Pues esto tres cuartos de lo mismo. Abrió el marcador Koundé, un central que dentro de su anarquía particular, se presenta en el área rival y te hace un golazo. Y lo cerró, para escarnio culé, un exazulgrana, “regalado” por el club como Luis Suárez. Rakitic ponía ese 2-0 en el minuto 87 tan complicado de levantar, cuando Umtiti rompió el fuera de juego escandalosamente y dejaba solo al croata delante de Ter Stegen, alejando mucho a los barcelonistas de La Cartuja. La Copa se pone cuesta arriba, también.


lunes, 8 de febrero de 2021

Dos minutos de Messi son mucho


El FC Barcelona se impuso al Betis en el Villamarín por 3-2. Victoria con remontada incluida, algo a lo que ya se están acostumbrando propios y extraños. Los verdiblancos hicieron un partido correcto, generaron ocasiones claras y en determinadas fases del duelo fueron mejores que su rival, pero no tienen a Messi. Y el contar con el mejor futbolista de la historia es un lujo que, hasta la fecha de hoy, solo ha podido permitirse el Barça. Koeman, tras la paliza contra el Granada, dio descanso al rosarino, a Pedri y a De Jong, esto es, la columna vertebral azulgrana. No funcionó el experimento, pues el Barcelona no tiró a puerta en toda la primera mitad. Tampoco comenzó el partido de la mejor manera, ya que a los diez minutos Araujo hacía un mal gesto con el tobillo y se lesionaba. Salió De Jong, en funciones de central diestro, y eso dio opciones al Betis de adelantarse en el marcador, Borja Iglesias aprovechaba un preciso centro desde la extremo derecho para batir a Ter Stegen. Corría el minuto 36 y tocaba revolución en el segundo acto.




Tras la reanudación salió Pedri. Y eso ya cambió algo el panorama. Pjanic, el sustituido, no dio la talla y algunos nos acordamos de Arthur, y el famoso trueque para equilibrar balances. Y ya el giro radical se produjo cuando salió Messi, a la hora de juego, por Riqui Puig. Dos minutos tardó Leo en crucificar a los locales con un zurdazo seco a la base del poste; y diez en iniciar la jugada del 1-2, con apertura a Jordi Alba, fallo estrepitoso de Griezmann en el remate y autogol de Víctor Ruíz. El escenario con Messi es infinito y sin él el Barça está limitadísimo.

No dio su brazo a torcer el conjunto andaluz. El propio Ruíz se resarció con un testarazo a la salida de un córner, mal defendido por los culés, para conseguir la igualada. Pero no vio colmada su cuota de protagonismo y el central exespanyolista se durmió en los laureles en la frontal de su área, y ahí Trincao enganchó un tiro colocado con su fino pie izquierdo para establecer el definitivo 2-3 en el 87. Tocaba comprobar si el Barça sabía defender de una maldita vez un resultado. Lo consiguió y recuperó la segunda posición en LaLiga, al tiempo que, con esta sexta victoria consecutiva, se convierte en el perseguidor más fiable del líder Atlético.

jueves, 4 de febrero de 2021

Messi y Griezmann llevan al Barça a las semis de Copa

 

En un partido épico el FC Barcelona se impuso al Granada en Los Cármenes, con un 3-5 final de locura, que da el pase a las semifinales de Copa del Rey al conjunto de Koeman. Discurría el minuto 88 y los azulgranas perdían 2-0 en este duelo copero a partido único, pero la actitud de los culés y las genialidades de Messi, Griezmann y Jordi Alba dieron un vuelco al marcador, clasificando al equipo que más se lo había merecido durante todo el partido.




El Barça salió dominando y jugando un fútbol de muchos quilates, pero sin el premio del gol. Los locales no olían el esférico y los barcelonistas se gustaban tocando el esférico y llegando con claridad a la meta de Aarón, que durante los primeros 88 minutos estuvo inconmensurable bajo palos, desbaratando todos los intentos de los Messi y compañía. Pintaba bien y las sensaciones eran inmejorables, pero a la media hora de juego llegó la típica pifia del zaguero azulgrana de la temporada 20-21, esta vez le tocó el turno a Umtiti, que se hizo un lío en la salida del balón, y en vez de dar un patadón, la pelota le llegó a Kennedy, que solo tuvo que empujarla. Era un 1-0 injusto, dados los méritos de unos y otros, pero, como se suele decir, a veces: el fútbol es así.

Tocaba remontar en el segundo acto, pero el asunto se puso más complicado cuando un balón en largo, pilló a toda la defensa visitante en el campo rival, Soldado le ganó el esprint a Umtiti y batió a Ter Stegen. Soldado, con su nuevo implante de nariz, pero con su misma cara desagradable de siempre, reía y se mofaba con su momentánea gesta. El Barça no se vino abajo, siguió intentándolo, acosando al oponente, hasta 18 córneres lanzó, tres veces se topó con los palos, y muchas más con el portero. Koeman puso toda la artillería sobre el césped, entraron Dembélé, Braithwaite y Riqui Puig, pero el gol no llegaba. Hasta que en el decisivo minuto 88 Messi la colgó para Griezmann, y este la cazó in extremis para colarla entre el poste y Aarón. El Barça estaba vivo. En el 92 Messi volvía a conectar con Griezmann, y este asistía con la cabeza a Jordi Alba, para que igualase la contienda y se llegase a la prórroga.

En el tiempo suplementario el Barcelona prosiguió en modo vendaval. Griezmann, entre las torres rojiblancas, cabezeaba el tercero a la red. Sánchez Martínez, que también demandaba su cuota de protagonismo, pitó como penalti una carga legal de Dest a Neva. Lo transformó Fede Vico, engañando a Ter Stegen. Pero el Barça, con Messi dirigiendo las operaciones, siguió atizando y martilleando a los granadinos. El rosarino disparó buscando su gol, lo desvió Aarón, que no pudo hacer nada cuando De Jong, recogió el rechace y marcó el cuarto. El quinto y definitivo llegó del zurdazo de volea que conectó Jordi Alba a pase de Griezmann. Soldado desde la grada ya no reía, ahora insultaba a Koeman y al banquillo blaugrana, mostrando que es un tipejo miserable y, al tiempo que exhibía la formación que le inculcaron en categorías inferiores. El Barça rió el último y rió mejor. Y ya está clasificado, merecidamente, para las semifinales de la Copa del Rey.

lunes, 1 de febrero de 2021

El Barça se pone segundo tras vengarse del Athletic

 

El FC Barcelona venció, una vez más sin convencer, al Athletic Club por 2-1 en el Camp Nou. Fue el regreso de los azulgranas al Estadi, tras más de un mes de partidos fuera de casa. Sin público, como es de rigor pandémico, no se pudieron atisbar sensaciones de los ausentes tras la publicación en prensa del mareante contrato de Lionel Messi -555 millones de euros por 4 años-. El megacrack argentino saltó al césped con un extra de motivación/cabreo, y a punto estuvo de inaugurar el marcador nada más echar a rodar el balón, primero con un disparo que salió desviado y luego con un remate de pecho fastuoso, que si entra es gol del año. Sí consiguió batir a Unai Simón en el minuto 20 cuando, de lanzamiento de falta magistral, la coló por toda la escuadra. Su diana número 650 con el Barça en todas las competiciones. Y eso no tiene precio.




El Barça había salido a morder, no como en la final de la Supercopa ante los mismos bilbaínos. Con el once de los últimos tiempos, con Messi, Griezmann y Dembélé, con la salvedad de Pjanic por el sancionado Busquets, los azulgranas fueron superiores a su rival en el primer acto. Los leones no lo fueron tanto, y perdían el balón con facilidad, ante la presión de los locales. Por cierto que “Busi” no tiene que preocuparse porque le jubile Pjanic, pues el bosnio no anda fino y se encuentra como desubicado, fallando más pases de lo normal. El 1-0 con el que se llegó al descanso se le quedó un poco corto a los de Koeman, que habían atesorado mejor juego y ocasiones más claras.

Tras la reanudación cambió el decorado, los rojiblancos estuvieron más metidos en el encuentro. Y en una contra sorprendieron a la zaga barcelonista. Fue un centro peligroso por la izquierda que Jordi Alba, ante la presión de De Marcos, metió en su propia portería. El Barça buscó el triunfo por todos los medios, incluso con la entrada de Sergi Roberto, que reaparecía tras su lesión. El tanto llegó en el 74 cuando Mingueza le puso en bandeja un pase de la muerte a Griezmann. Era el definitivo y justo 2-1. “Tintín” para amarrar sacó a Lenglet, y lastimosamente hubo que ver a todo un Barcelona con cuatro centrales sobre el campo, y no salió Piqué porque está lesionado, ni tampoco el propio Koeman porque no tiene ficha, que si no...