Mal
estreno para el FC Barcelona en la Liga 2019-2020, los azulgranas cayeron 1-0 en San Mamés, ante un Athletic Club que vivió la
apoteosis soñada, ganando al actual campeón con un tanto en los
últimos compases del duelo, gracias al primer balón que tocó
Aduriz. El veterano ariete marcó el gol de su vida con un espectacular
remate de media chilena, que dieron los tres puntos y el liderato provisional a los leones.
El
Barça más pendiente de fichajes y salidas no comenzó con buen pie,
los de Garitano fueron superiores en los compases iniciales,
cuanto menos por empuje y remates a puerta. Y en el segundo acto
supieron mantener a raya las acometidas culés. De hecho el empate
hubiese sido el resultado más justo, ya que los pupilos de Valverde
asediaron la meta defendida por un gran Unai Simón tras la reanudación y
pudieron inaugurar el marcador con dos tiros a los palos, uno de
Suárez y otro de su sustituto
Rafinha.
Debutó
De Jong en partido oficial, pero no estuvo a la altura de la
fama que le precede. Lo mismo se podría decir de Griezmann,
que pasó por Bilbao con más pena que gloria. Sin Suárez lesionado
en el minuto 37 y, sobre todo, con la ausencia de Messi, el
Barça no fue lo que se espera de él. Más aún si dos de tus
baluartes en la medular se quedan en el banquillo, Busquets
y Rakitic vieron la derrota desde la suplencia.
Tampoco
tiene mucho sentido que Rafinha, que tiene un pie fuera del Barça,
sea el mejor de un equipo hecho a golpe de talonario. Queda mucho
trabajo por delante, porque las lagunas y la descoordinación
apreciada en el equipo azulgrana fueron preocupantes. Hay que mejorar
esa salida de balón cuando la presión rival es asfixiante y ofrecer
más apoyos a De Jong o a Busquets en el caso de que juegue el de
Badía. En fin, esto no ha hecho más que comenzar, a buen seguro
vendrán partidos mejores… a poco.
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