Un poco de Messi y algo más de Iniesta
le bastaron a un FC Barcelona gris para
imponerse a un Betis que salió
demasiado motivado para no jugarse nada. No fue un Barça lustroso ni tampoco
uno de carácter, saltaron al césped del Villamarín sabiendo de las victorias
por la mínima de sus rivales por el título -Atlético y Madrid- y ni
por esas salieron a comerse a los verdiblancos, a achuchar arriba, ni tan
siquiera a buscar la portería rival. Vimos un líder que salió a medio gas y dibujó rostros de desesperación entre cualquier culé que se precie.
Tampoco el Betis inquietó la meta de Bravo, quizás por eso se lesionó en un
salto al final del partido, por no haber tocado la pelota en 88 minutos, pero
al menos los locales solo disputaban su honrilla, mientras que los de Luis Enrique, con su once de gala,
peleaban por el título. Ahora bien si en los prolegómenos Adán había anunciado que "quería joder la liga al
Barcelona" su compañero Westermann se
empeñó en lo contrario, el central vio dos amarillas en 7 minutos y dejó a los
suyos en inferioridad, con una hora por delante. Tampoco el portero
"jodió" nada, si acaso a su equipo cuando salió a por uvas en el
minuto 50, dejando solo a Rakitic,
que solo tuvo que empujar la pelota a puerta vacía. El que sí trató de
"joder" fue el barriobajero Ceballos
que pisó con todos los tacos a Piqué
por dos veces, sin ver tarjeta en ninguna de ellas.
A partir de ahí el conjunto azulgrana
dominó a placer, con posesiones largas y presionando la salida de balón de los
defensas andaluces. Suárez tuvo una
a bocajarro que estrelló contra el portero, pero a la segunda ya no perdonó, el
pichichi trazó la diagonal y aprovechó la asistencia refulgente de Messi para
marcar el 0-2, el que dejaba sentenciado el choque. Era la segunda asistencia
de gol del astro rosarino, que en la segunda mitad jugó al más puro estilo Xavi, repartiendo juego y asistencias.
Iniesta, que fue el mejor del duelo, lo agradeció, pues rememoró viejos
tiempos, cuando no hace tanto formaba con el egarense el mejor tándem del planeta.
Quedan dos jornadas para
certificar el título, y el Barça deberá hacer algo más que esta tarde en
Sevilla si quiere revalidarlo. Espanyol y Granada darán incluso menos
facilidades que el Betis. Habrá que ofrecer más fútbol y más garra, así el resultado no se
hará esperar tanto.
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