Messi y el Barça siguen en crisis

Lionel Messi sigue en baja forma, metió dos goles, anotó otro de espuela que le anularon por fuera de juego, y lanzó al palo en otro offside que no fue. Un desastre, pero un desastre para el mejor jugador de la historia, para cualquier otro sería excelso. Eso sí, suficiente para ser el mejor del momento. Y con diferencia.

El FC Barcelona le endiñó un 3-1 al Milan, que bien pudo ser un marcador más amplio. Y todo ello sin realizar un partido demasiado brillante, pero sí solvente y con muchas acciones de buen fútbol. Abrió la cuenta Leo, de penalti cometido sobre Neymar, acabando con su mala racha de 368 minutos sin marcar. Los italianos seguían agazapados como si siguiesen las tablas. Xavi sacó una falta lateral y conectó con Busquets, que de cabeza la mandó al fondo de las mallas. Parecía el de la tranquilidad, pero una arrancada de Kaká, la envió Piqué a la portería de Valdés, en la última jugada de la primera mitad. 2-1 y partido vivo.

En la reanudación los rossoneri se crecieron, en parte debido al cambio de Balotelli por el inoperante Robinho, en parte porque peor no lo podían hacer. Pero era el Barça el que tenía las ocasiones más claras, dos de ellas acabaron anuladas por fueras de juego milimétricos, los dos sancionados a Messi, el argentino marcó en el primero, con una espuela espectacular y en el otro la mandó al poste. Luego ya no perdonó y en una pared con Cesc, se coló por el centro de la defensa y la elevó ante Abiatti. Era el 3-1, la sentencia y la clasificación matemática para octavos. Con un pero, Messi y el Barça siguen en crisis, buscan el 10 y de momento solo son un 9. 

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