Un susto mundial

Saltó al césped el más grande de todos los tiempos, Lionel Messi, era el minuto 57 de partido, buscaba el récord goleador de Müller y nos dio el susto del siglo. En un balón en profundidad de Piqué, el astro argentino se golpeó contra el meta lisboeta y la rodilla de Leo crujió, más bien crujieron los cimientos del Camp Nou, porque lo del 10 azulgrana se quedó en una contusión fuerte, pero el susto que se llevó el Estadi, y el que nos metió a todos en el cuerpo verle dolorido sobre el campo, no se quita tan fácilmente.

El intrascendente partido contra el Benfica pasó a un segundo o tercer plano. El “cerocerismo” del marcador dice bien a las claras lo poco que se jugaba el Barça, con un puñado del B y otros pocos no titulares del primer equipo, que salieron al ruedo a recibir unas cuantas tarascadas de los rivales. Eran portugueses, con eso está dicho todo.

Nunca una contusión ósea en la cara externa de la rodilla izquierda, sonó tan reconfortante en un parte médico. Un alivio, pero ni récord, ni victoria culé, ni clasificación para las águilas rojas, solo quedó el susto, pero vaya susto. Un susto mundial.
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