De cuatro en cuatro los viene marcando
el FC Barcelona en estas últimas
jornadas ligueras, con esa cifra (0-4) vapuleó al Madrid hace una semana en el Bernabéu, y esta tarde volvió a
repetir contra la Real Sociedad (4-0)
en el Camp Nou. Si bien en el clásico
se vio un Barcelona espectacular, dando un baño en toda regla al conjunto
merengue, y contra los txuri-urdin el
electrónico reflejó el mismo tanteo pero con un Barça a medio gas, sin forzar
la máquina más de lo estrictamente necesario.
Messi
se lesionó de
gravedad y Neymar y Suárez dieron un paso adelante, pero lo
mejor es que con el crack argentino
recuperado, las otras dos puntas del tridente siguen tirando del carro, en
especial Neymar que a día de hoy está en una forma espectacular, en plan
jugador franquicia. Contra los donostiarras marcó las diferencias, se fue
cuando y como quiso de sus marcadores, asistió de forma magistral, y anotó dos
goles que le consolidan como pichichi del campeonato. El brasileño se sale.
Otro compatriota que también se salió
fue Dani Alves, que fue una
pesadilla para la zaga blanquiazul, penetró como un cuchillo en la mantequilla
por la banda derecha, repartiendo dos asistencias de gol, una para que Ney
inaugurase el marcador y otra al filo del descanso para que Suárez la empalase
sin dejarla caer y colase una volea de bella factura en la meta de Rulli.
Mucho antes pudieron sentenciar los locales, pues a las numerosas
ocasiones se sumó un cabezazo de Iniesta al poste.
En la segunda mitad los culés bajaron
el pistón, máxime tras la tercera diana en el 52, obra de Neymar tras pase de
la muerte de Mathieu. A partir de
ese momento el Barça se relajó y buscó que Messi marcase su golito. Los de
arriba trataban de conectar con el rosarino, que se topó dos veces con el palo
hasta que en el último minuto logró su tanto, a pase de Neymar, y la felicidad
ya fue completa.