Se salvó el Celta en Balaídos
ante un displicente FC Barcelona en la última jornada liguera. Derrotó a
los azulgranas por 2-1 con doblete del canterano estrella Gabri Veiga.
La desidia del propio entrenador Xavi se plasmó antes de viajar a Vigo,
dejando en la Ciudad Condal a Busquets y a Jordi Alba, algo nada
comprensible teniendo en cuenta que son dos jugadores a disposición del
entrenador y que están cobrando religiosamente su nómina hasta el último día. El
FC Barcelona es el FC Barcelona vaya donde vaya y se juegue lo que se juegue. Y
siempre se juega como mínimo el prestigio del mejor club del mundo. No se
entiende que con Balde lesionado no convoques a Jordi Alba, y menos se comprende
que no lleves a Busi para poner de titular a Eric García ¡de
mediocentro! Que ya se había probado innecesariamente, y si un tío es malo en su
posición habitual, ¿qué va a hacer en una que no es la suya? En fin, un desastre
desde el minuto 1 al 90.
El duelo, obviamente, venía marcado por
lo que se jugaban los celestes, el descenso, y lo que se jugaban los
visitantes, esto es, nada (según Xavi). Y así se comprobó el empuje de los unos
y la poca intensidad de los otros. A pesar de ello los culés se adelantaron en
el marcador con tanto de Kessie, que el VAR anuló por fuera de juego,
que tras muchas repeticiones uno sigue viendo un gol legal. Pero el árbitro del
VAR debió pensar como Xavi, “que el Celta se juega el descenso y el Barça no se
juega nada”. El que sí fue válido fue el gol de Veiga en el 42 cuando el Barcelona
más dormitaba. Con el estallido de alegría de los locales se llegaba al
descanso
Tras la reanudación el Barça salió
tocando más el esférico, pero sin profundidad. Xavi hizo tres cambios, entre
ellos puso a Peña por Ter Stegen, y el guardameta canterano se comió
un centro-chut envenenado de Veiga, que puso el 2-0 y el delirio en la grada. La
euforia la rebajó un poco la diana de Ansu Fati, tras cabecear un preciso
centro de Dembélé. Quedaban 10 minutos y el nerviosismo local se palpaba
en el ambiente, y eso que el empate también les valía, pero en Vigo ya están
acostumbrados a esto en las últimas temporadas, y tampoco es que el Barça tuviese
ninguna ocasión más, así que el Celta se queda en Primera y el Barcelona se
queda primero.